Martes, 21 enero 2014
Artículo de opinión
Cara, Liberbank y Gamonal
Cuando a alguien le regalan una empresa, un banco, una
corporación, un chiringuito, necesita de maniobras orquestales en la
oscuridad para garantizar que aquello que la vida te da, la vida misma
no te lo quite.
Hemos
visto un buen número de "grandes empresarios" que estaban en cargos
ejecutivos en representación del pueblo llano, y que supieron convertir
en propio lo que era de todos merced a diferentes mecanismos, pero en
todo caso, relacionados con la información privilegiada y la posición de
dominio.
Telefónica, Transmediterránea, las
petroleras, las eléctricas... ¿quién se acuerda ya del INI? Recuerdo
hace pocos años la portada de una revista de esas que hablan de economía
y de negocios, que incluía a Juan Pedro Hernández Moltó en la lista de
grandes empresarios hispanos, y recuerdo que pregunté a mis compañeros,
con cara de inocente: ¿Empresario? ¿Qué dinero, que mérito, qué
propiedad acreditaba alguien que, por muy capaz e inteligente que fuera,
estaba ahí al frente de CCM en representación del pueblo llano, y por
designación de un partido político?
Si Juan
Pedro Hernández Moltó hubiera mantenido el timón en la CCM, y hubiera
podido dirigir la nave en medio de la crisis para llegar al puerto de la
privatización, ahora sería propietario de un banco privado, después de
haberse hecho, vaya usted a saber cómo, con un buen paquete de acciones
fruto del proceso de saneamiento puesto en marcha por el Banco de
España... No lo logró, y quien sí tiene ahora los activos de CCM, en
calidad de presidente de un banco privado, es Menéndez. Otro que estaba
ahí por designación de los partidos políticos y con una acreditada
habilidad para la maniobra malsana.
Pero como
para ser gran empresario hay que arriesgar, generar fondos propios,
invertirlos con coraje, sabiduría y suerte, y eso no suele ser algo que
propicien las sombras palaciegas ni las trastiendas de la corrupción y
la política, Menéndez debe garantizarse el sostenimiento del poder
mediante decisiones cuanto menos cuestionables, que van desde propiciar
la contratación de los servicios de asesoría de uno de los que estaban
en la pomada de la corporación CCM por su señora, a elevar al consejo de
administración a dos parados de Cajastur, prejubilados, que sin
vergüenza alguna cobran indemnización, paro y dietas con muchos ceros si
hablamos en las antiguas pesetas... ¿qué no sabrán estos pájaros del
resto del personal como para no marcharse del país abochornados e
insultar a los ciudadanos asturianos, extremeños, castellano-manchegos,
diciendo que donarán su paro a la Obra Social?
En
un país sin dignidad los sinvergüenzas sacan pecho... porque saben que
su riqueza depende de otros sinvergüenzas que sacan más pecho todavía.
Pero en fin, Menéndez no solo no dará explicaciones, sino que estoy
seguro, habrá mostrado su solidaridad con los tres afectados, víctimas
de la venganza de un puñetero sindicalista que, posiblemente, se sienta
expulsado del paraíso.
Gamonal es una broma, hombre.
Firmado: Juan Hortizuela
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